Los usurpadores

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FICHA BIBLIOGRÁFICA:

Título: Los usurpadores
Escritor: Francisco Ayala
Colección: El libro de bolsillo. Sección literatura, 1331
Editorial: Alianza 
Fecha de edición: 1988 
Ciudad: Madrid
Nº pág.: 203
ISBN: 84-206-0331-7
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El autor: Francisco Ayala

Cuando Francisco Ayala cumplió los 101 años, Recursos para el Fomento de la Lectura del Ministerio de Educación y Ciencia realizó este trabajo: Francisco Ayala, 101 años.  Visítala, vale la pena.

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Los usurpadores. Sinopsis:

Con el título Los usurpadores, Francisco Ayala reúne ocho relatos escritos -salvo El inquisidor (1950)- entre 1939 y 1947, durante los primeros años de su exilio en América, tras la guerra civil. El tema común a todos ellos, se avanza desde el prólogo, el «poder ejercido por el hombre sobre su prójimo es siempre una usurpación», entendiendo por «usurpación» «el delito que se comete apoderándose con violencia o intimidación de inmueble o derecho real ajeno«. Así pues, se trata de relatos sobre el poder, los excesos del poder y sus detentadores.

Las historias se ubican en la Edad Media y el Siglo de Oro, pero podrían discurrir en cualquier contexto espacial y cronológico debido a la atemporalidad de las actitudes y ansias que giran en torno a dicho poder. Se describen la avidez, la burocracia, la violencia, la corrupción o la dominación y están inspiradas en personajes históricos bien conocidos como Ramiro el Monge, Pedro el Cruel, Enrique II el Doliente, San Juan de Dios o Carlos ll el Hechizado.

San Juan de Dios:

Narración que cuenta la transformación de un soldado portugués en un monje dedicado por completo a la caridad cristiana. Es el patrón de los hospitales infantiles del mismo nombre.

El Doliente:

Narración basada en la historia del rey Enrique II El Doliente. La obra cuenta la situación vivida por el reinado de dicho rey, el cual sumido en una larga enfermedad, no es respetado por ninguno de sus súbditos. Al cabo del tiempo, el rey sana, recobra el poder y manda encarcelar a todos aquellos que no han cumplido sus mandatos…

La campana de Huesca:

Cuenta la historia del rey Ramiro de Aragón, quien, tras ser nombrado rey, intentó poner orden en el reino, pero su falta de carisma y genio, hicieron que ninguno de sus súbditos acatara sus ordenes, hasta que un día, vencido por la cólera, mandó encarcelar y decapitar a todos los nobles que no lo aceptaban como rey…

Los impostores:

Nos cuenta la historia del reinado del Rey Sebastián de Portugal tras su desaparición, la cual condujo a muchos impostores a hacerse pasar por el rey, pero, con el tiempo, todos fueron descubiertos, hasta que un hombre de avanzada edad se presentó en las escaleras del trono frente al fray Miguel, hombre de confianza del rey, asegurando que él era el rey que había vuelto después de un largo trayecto. Su historia cuajó, y fue considerado por todos como el rey desaparecido hasta que…

El Hechizado:

Esta narración es un comentario literario a los apuntes del Indio González Lobo sobre el largo viaje que realizó con el único propósito de presentar sus respetos al rey Carlos II El Hechizado…

El Inquisidor:

En esta historia se relata la conversión al cristianismo de un rabino, que termina siendo obispo y desempeña el cargo de Inquisidor general. Como tal,  hizo encarcelar a los que antes eran sus amigos judíos por no procesar la religión cristiana, incluyendo a su propia hija, que se enfrentó a él y a todos los que apoyaban a su padre….

El abrazo:

Relato contado por Juan Alfonso, hombre de confianza del rey Alfonso.  A la muerte de éste, su hijo menor, Pedro, hereda el trono, pero sus otros tres hermanos no están conformes. Pedro se dispone a hablar con uno de sus hermanos, Fadrique, pero a la hora del encuentro, le llega la noticia de que los tres hermanos conspiran contra él, por lo que mata a Fadrique. El resto juran venganza…

Diálogo de los muertos:

Estremecedor relato en el que varios muertos, desde sus tumbas, hablan sobre la humanidad que vive en su época, criticando su forma de pensar y vivir, sin saber, que aunque están vivos, su alma y raíces están muertas y podridas.

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